jueves, 10 de mayo de 2012

Somos CIACO

Somos jóvenes, nacidos en la crisis económica.

El estado de bienestar, las prestaciones sociales nos son extrañas, nuestros trabajos son temporales e intermitentes, la educación la arrebatamos a nuestros iguales y cuando la alcanzamos, como un privilegio, nos sirve para subir un nivel más en la pirámide.
Desencantados de todo, los partidos y sus siglas, la democracia, la historia escrita y los héroes que nos ponen en los billetes, nos parecen incongruentes, extraños ante los hechos y las cifras. Como una realidad sacada de las peores predicciones, una sociedad alienada, en el colapso ecológico, sujeta por el monopolio de la fuerza y por la manipulación mediática,  nuestro país es rehén de los mandatos financieros del imperialismo. Estamos sujetos a interpretar el papel de país “en desarrollo” permanente, para que sigan saqueando nuestro patrimonio, explotando la mano de obra barata y exportable a EEUU, corrompiendo nuestros pueblos y nuestra cultura. México nunca se desarrollará ni acabará con la pobreza, porque en el concierto de las naciones su papel ya ha sido decidido.

Hoy muchos en el mundo, afortunadamente se han preguntado lo mismo: ¿Es esto el mejor mundo que podemos tener? Y más para los jóvenes ¿Este es el mundo que me espera?

Respuestas a esto hay muchas, sobre todo de las ediciones pasadas – de cuando el mundo se le ha caido otro pedazo- que pretenden perpetuarse aún cuando han fracasado en sus intentos transformadores. Y al final, la cuestión es : ¿Tendremos nosotros que conformarnos con las alternativas que nos dan a escoger? ¿Lo más que podremos alcanzar son migajas? Porque el fondo no se toca. Y mientras esas alternativas no nos puedan dar lo que queremos, mientras no quepan nuestros sueños en sus urnas, la respuesta depende de nosotros.

Así, nos hemos conformado en Colectivo Interdisciplinario de Acción Comunitaria (C.I.A.Co.), a fin de luchar porque los que hoy se han puesto de pie nos organicemos, nos unamos y luchemos por acabar con este régimen de hambre y engaño. Porque la individualidad no alcanza tampoco para esos cambios, y en colectivo se comparte, se experimenta y se vive de la manera en que hoy mas se necesita.

Sabemos que el destino de esta lucha no es definitivo, que cambia constantemente y que como la utopía, damos un paso y se aleja dos. Pero sabemos que esta lucha larga y tendida no será meramente para cambiar nuestras condiciones, sino para cambiar nosotros mismos y volvernos aptos para la revolución que aspiramos.

Por ello hemos planteado los siguientes puntos como nuestros principios

-          Por la unidad y solidaridad con las luchas del pueblo.

-          Por la acción contundente y organizada.

-          Por la educación política.

-          Por la recuperación de nuestras raíces comunitarias.

-          Por la sensibilización ante las problemáticas sociales.

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