lunes, 28 de mayo de 2012

Comunicado del CIACO frente al movimiento mas de 131



México está en crisis. México ha estado en crisis desde siempre para la mayoría de los jóvenes que estamos aquí presentes. No conocemos la estabilidad económica, no conocemos la igualdad de oportunidades, arrebatamos nuestros derechos a nuestros iguales, como un privilegio, un favor que nos hace el Estado y por el cual debemos estar agradecidos.
El sistema económico bajo el que se rige el país está estratégicamente diseñado para que unos cuantos individuos sean cínica y generosamente enriquecidos a costa de las mayorías, y nosotros, jóvenes del pueblo, venimos a nacer en un país en el que todo está establecido, en el que dependiendo de la clase social en que nos haya tocado nacer, tenemos todos los caminos previamente trazados, en el que sólo podemos adoptar el papel que, por circunstancias ajenas a nosotros, nos ha sido asignado para que el sistema pueda seguir funcionando.
Vivimos en un México lastimado, un México que ha sido cínicamente prostituido con el resto del mundo, somos un pueblo cuyos intentos de aspirar a una vida un poquito más digna han sido brutalmente reprimidos por el Estado a lo largo de toda su historia, somos un pueblo cada día más cansado, cada día más indignado, cada día más necesitado de un despertar colectivo.
En los últimos días se han suscitado una serie acontecimientos muy importantes para el pueblo mexicano, acontecimientos que denotan la indignación colectiva de los jóvenes, la unión del pueblo con un objetivo común: dejar de permitir que unos cuantos se apropien de lo que nos corresponde por derecho, por ser mexicanos, dejar de permitir que trunquen nuestras vidas, que nos hagan competir y luchar con nuestros hermanos por cosas que deberíamos tener todos por igual: educación pública y gratuita, vivienda  y trabajo dignos, acceso a la información, estabilidad económica y laboral, entre otros muchos derechos que nos han sido cínicamente arrebatados para que una pequeña élite pueda seguir acaparando ostentosos lujos y amasando fortunas sucias y manchadas por corrupción y sangre.
Es por esto que el día de hoy, los miembros del Colectivo Interdisciplinario de Acción Comunitaria queremos extender un llamado, una invitación a todos los jóvenes aquí presentes para no permitir que se pierda esta euforia, esta indignación, estos indicios de un nuevo despertar del pueblo mexicano. El proceso electoral está encima y la prole está saliendo a las calles a exigir justicia, a exigir que sea respetada la voz de las mayorías. Pero este movimiento no tiene porque terminar aquí, yo quiero extenderles la invitación para que sigamos saliendo a las calles, a exigir, a organizarnos, a unirnos como pueblo, independientemente del personaje que ocupe la silla presidencial el próximo sexenio, queremos hacer una invitación para reunirnos con todos ustedes, con todos aquellos que estén dispuestos a hacer algo más de estos movimientos ciudadanos, con todos aquellos que estén dispuestos a informarse, a discutir, a compartir ideas y a organizarse. La cita será el próximo miércoles 30 de Mayo a esta misma hora en el bosque Cuauhtémoc, alrededor de la estatua del mismo Cuauhtémoc. Porque no podemos permitir que este, nuestro movimiento, muera aquí, no podemos estar dispuestos a seguir tolerando injusticias clasistas y esto sólo podremos evitarlo por medio de una lucha constante, una unión que dure todo el año, todos los años y no solamente en vísperas de los procesos de elección presidencial. Porque no somos uno ni somos cien, porque ya es tiempo de que obtengamos ese respeto que por derecho nos corresponde, por que ha llegado el momento de unirnos, de caminar juntos, de luchar y organizarnos juntos. Compañeros: seamos todos bienvenidos a este, nuestro movimiento ciudadano. La patria nos estaba esperando.

jueves, 10 de mayo de 2012

En defensa de la educación pública








¡De vuelta a su país, pontífice!

Visita de Joseph Ratzinger a México.
Mientras algunos sectores de trabajadores y jubilados en Michoacán se quejan porque no se les ha pagado, ya sea porque el Gobierno Federal no envió el presupuesto necesario para que las dependencias pagaran los sueldos correspondientes o porque, como afirman otros, el presupuesto llegó al Gobierno del Estado pero “por alguna extraña razón” no se les ha podido pagar a los trabajadores; las grandes figuras políticas del país están preparándose por que en unos días más arrancarán con sus campañas de candidatura a la presidencia. Además, el numero de asesinatos como consecuencia de la guerra contra el narco de Felipe Calderón, sigue en aumento con el pasar de los días y, en medio de todo este caos nacional, se anuncia la visita de Joseph Ratzinger a México para finales de marzo de 2012.
¿Oportunidad u oportunismo?
La visita de Benedicto XVI a México es vista por muchos creyentes como una gran oportunidad, como un privilegio que por fin se le está concediendo al suelo mexicano. Sin embargo, existe otra gran masa de ciudadanos que no puede evitar preguntarse ¿por qué la primera visita del pontífice, que tan alejado se ha encontrado de toda América Latina y de todos los problemas que han aquejado a México y sus vecinos del sur, desde muchos años antes de que Ratzinger ocupara el puesto de poder que ocupa actualmente, se llevará a cabo en una época tan inoportuna?
El proceso electoral está encima y los candidatos de los principales partidos políticos ya tienen agendada, algunos desde hace semanas y otros más recientemente, la asistencia a la misa que se oficiará el domingo 25 de marzo en el Parque del Bicentenario de León, Guanajuato.  No es casualidad, que entre los invitados a la misa se encuentren personajes como Carlos Slim, Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego, tres de los hombres más ricos de México. ¿Es coincidencia, entonces, que la visita de Ratzinger a México se realice precisamente en vísperas de la fecha de inicio de campaña para los candidatos presidenciales? ¿O que se realice justo cuando se discute la modificación al artículo 24 de la Constitución? modificación que de ser aprobada, abre las puertas a la religión para inmiscuirse en asuntos de educación pública.
México está pasando por una alarmante situación de injusticia social en la que, mientras el hombre más rico del mundo, amasa su enorme fortuna junto con una pequeña elite que se ve generosamente beneficiada a costa del trabajo y consumismo de la población mexicana; en lugares como la Sierra Tarahumara miles de personas mueren de hambre, en muchas ciudades y pueblos del país, millones de personas se ven obligadas a aceptar trabajos denigrantes con sueldos ridículos para poder darse el lujo de comer a veces y no muy bien. La clase política, como siempre, dice estar luchando contra la injusticia y el desempleo, pero a pesar de esta situación en la que viven millones de familias mexicanas, el Estado destinará alrededor de $136.7 MDP en los gastos de Ratzinger y la preparación de las ceremonias que se llevarán a cabo durante su estancia.
Todo parece indicar que el verdadero objetivo de la visita de Ratzinger a nuestro país tiene que ver con intereses que están por encima de la fe y la devoción del pueblo mexicano. Su agenda está encaminada a velar por los intereses económicos y políticos, entre los jerarcas de la Iglesia católica y la clase político-empresarial mexicana. Es por eso que el Colectivo Interdisciplinario de Acción Comunitaria (CIACO) se pronuncia en contra de que esta visita sea pagada con recursos públicos y de que el gobierno permita a la iglesia católica inmiscuirse en la educación pública y en la  vida política del país.

Somos CIACO

Somos jóvenes, nacidos en la crisis económica.

El estado de bienestar, las prestaciones sociales nos son extrañas, nuestros trabajos son temporales e intermitentes, la educación la arrebatamos a nuestros iguales y cuando la alcanzamos, como un privilegio, nos sirve para subir un nivel más en la pirámide.
Desencantados de todo, los partidos y sus siglas, la democracia, la historia escrita y los héroes que nos ponen en los billetes, nos parecen incongruentes, extraños ante los hechos y las cifras. Como una realidad sacada de las peores predicciones, una sociedad alienada, en el colapso ecológico, sujeta por el monopolio de la fuerza y por la manipulación mediática,  nuestro país es rehén de los mandatos financieros del imperialismo. Estamos sujetos a interpretar el papel de país “en desarrollo” permanente, para que sigan saqueando nuestro patrimonio, explotando la mano de obra barata y exportable a EEUU, corrompiendo nuestros pueblos y nuestra cultura. México nunca se desarrollará ni acabará con la pobreza, porque en el concierto de las naciones su papel ya ha sido decidido.

Hoy muchos en el mundo, afortunadamente se han preguntado lo mismo: ¿Es esto el mejor mundo que podemos tener? Y más para los jóvenes ¿Este es el mundo que me espera?

Respuestas a esto hay muchas, sobre todo de las ediciones pasadas – de cuando el mundo se le ha caido otro pedazo- que pretenden perpetuarse aún cuando han fracasado en sus intentos transformadores. Y al final, la cuestión es : ¿Tendremos nosotros que conformarnos con las alternativas que nos dan a escoger? ¿Lo más que podremos alcanzar son migajas? Porque el fondo no se toca. Y mientras esas alternativas no nos puedan dar lo que queremos, mientras no quepan nuestros sueños en sus urnas, la respuesta depende de nosotros.

Así, nos hemos conformado en Colectivo Interdisciplinario de Acción Comunitaria (C.I.A.Co.), a fin de luchar porque los que hoy se han puesto de pie nos organicemos, nos unamos y luchemos por acabar con este régimen de hambre y engaño. Porque la individualidad no alcanza tampoco para esos cambios, y en colectivo se comparte, se experimenta y se vive de la manera en que hoy mas se necesita.

Sabemos que el destino de esta lucha no es definitivo, que cambia constantemente y que como la utopía, damos un paso y se aleja dos. Pero sabemos que esta lucha larga y tendida no será meramente para cambiar nuestras condiciones, sino para cambiar nosotros mismos y volvernos aptos para la revolución que aspiramos.

Por ello hemos planteado los siguientes puntos como nuestros principios

-          Por la unidad y solidaridad con las luchas del pueblo.

-          Por la acción contundente y organizada.

-          Por la educación política.

-          Por la recuperación de nuestras raíces comunitarias.

-          Por la sensibilización ante las problemáticas sociales.