México está
en crisis. México ha estado en crisis desde siempre para la mayoría de los
jóvenes que estamos aquí presentes. No conocemos la estabilidad económica, no
conocemos la igualdad de oportunidades, arrebatamos nuestros derechos a
nuestros iguales, como un privilegio, un favor que nos hace el Estado y por el
cual debemos estar agradecidos.
El sistema
económico bajo el que se rige el país está estratégicamente diseñado para que
unos cuantos individuos sean cínica y generosamente enriquecidos a costa de las
mayorías, y nosotros, jóvenes del pueblo, venimos a nacer en un país en el que
todo está establecido, en el que dependiendo de la clase social en que nos haya
tocado nacer, tenemos todos los caminos previamente trazados, en el que sólo
podemos adoptar el papel que, por circunstancias ajenas a nosotros, nos ha sido
asignado para que el sistema pueda seguir funcionando.
Vivimos en
un México lastimado, un México que ha sido cínicamente prostituido con el resto
del mundo, somos un pueblo cuyos intentos de aspirar a una vida un poquito más
digna han sido brutalmente reprimidos por el Estado a lo largo de toda su
historia, somos un pueblo cada día más cansado, cada día más indignado, cada
día más necesitado de un despertar colectivo.
En los
últimos días se han suscitado una serie acontecimientos muy importantes para el
pueblo mexicano, acontecimientos que denotan la indignación colectiva de los
jóvenes, la unión del pueblo con un objetivo común: dejar de permitir que unos
cuantos se apropien de lo que nos corresponde por derecho, por ser mexicanos,
dejar de permitir que trunquen nuestras vidas, que nos hagan competir y luchar
con nuestros hermanos por cosas que deberíamos tener todos por igual: educación
pública y gratuita, vivienda y trabajo
dignos, acceso a la información, estabilidad económica y laboral, entre otros
muchos derechos que nos han sido cínicamente arrebatados para que una pequeña
élite pueda seguir acaparando ostentosos lujos y amasando fortunas sucias y
manchadas por corrupción y sangre.
Es por esto
que el día de hoy, los miembros del Colectivo Interdisciplinario de Acción
Comunitaria queremos extender un llamado, una invitación a todos los jóvenes
aquí presentes para no permitir que se pierda esta euforia, esta indignación,
estos indicios de un nuevo despertar del pueblo mexicano. El proceso electoral
está encima y la prole está saliendo a las calles a exigir justicia, a exigir
que sea respetada la voz de las mayorías. Pero este movimiento no tiene porque
terminar aquí, yo quiero extenderles la invitación para que sigamos saliendo a
las calles, a exigir, a organizarnos, a unirnos como pueblo, independientemente
del personaje que ocupe la silla presidencial el próximo sexenio, queremos
hacer una invitación para reunirnos con todos ustedes, con todos aquellos que
estén dispuestos a hacer algo más de estos movimientos ciudadanos, con todos
aquellos que estén dispuestos a informarse, a discutir, a compartir ideas y a
organizarse. La cita será el próximo miércoles 30 de Mayo a esta misma hora en
el bosque Cuauhtémoc, alrededor de la estatua del mismo Cuauhtémoc. Porque no
podemos permitir que este, nuestro movimiento, muera aquí, no podemos estar dispuestos
a seguir tolerando injusticias clasistas y esto sólo podremos evitarlo por
medio de una lucha constante, una unión que dure todo el año, todos los años y
no solamente en vísperas de los procesos de elección presidencial. Porque no
somos uno ni somos cien, porque ya es tiempo de que obtengamos ese respeto que
por derecho nos corresponde, por que ha llegado el momento de unirnos, de
caminar juntos, de luchar y organizarnos juntos. Compañeros: seamos todos
bienvenidos a este, nuestro movimiento ciudadano. La patria nos estaba
esperando.